Ir al contenido principal

El indigente.

A veces me pasa que me pierdo, como alejándome de mis cánones
y a mi cuerpo lo habita un indigente.
No se exactamente donde,
pero se que el indigente reside oculto entre mis pensamientos.
En mis momentos de mayo debilidad logra tomar las riendas de mi cuerpo
manejándolo así a su antojo.
El indigente no me respeta, ni respeta a los demás
habla con tono descortés y vulgar.
Es holgazán, burlón, egocéntrico
y ama ser odiado.
Cuando no esta controlando mi cuerpo va por ahí
visitando los senderos de mi ser.
Es el único que se anima a caminar por mi inconsciente.
Acarrea con el los sentimientos mas retorcidos 
que encontró perdidos en algún lugar de mi interior
así, cuando tome el control
hacérmelos recordar uno por uno.

Comentarios

Mas visitadas.

(Des)-Naturalizar el fútbol.

Hoy por hoy un tema de actualidad en la Argentina es la postergación de la final de la copa libertadores que se disputará entre River y Boca. En los medios de información ya es moneda corriente y existen cientos de memes al respecto. Fútbol y medios de comunicación es una fusión que invita a reflexionar sobre masas, la política y la relación entre estas.  <Panem et circenses.>  -Pan y juegos de circo en español- es una frase del poeta Juvenal, usada para hacer referencia a la costumbre romana, donde el gobierno brindaba alimento y entretenimiento al pueblo, con el fin de mantener la población alejada de la política. ¿Existe una semejanza entre la costumbre del gobierno romano y la actualidad argentina donde el entretenimiento es utilizado para desviar las energías políticas hacía asuntos de menor importancia?   Desde la infancia formamos constantemente nuestra identidad (en términos psicoanalíticos: través de identificaciones auto-construimos nuestro ...

Ascensor.

—Este ascensor me da miedo. —Es un poco viejo nada mas, no es para tanto. —Estas puertas son ilegales en los edificios nuevos ¿Sabias? —No digas boludeces negro. Así empezó todo. El negro vivía en la planta baja y cada vez que venia a visitarme tenia que  oír sus quejas sobre mi ascensor. Tengo que aceptar que el tenia sus motivos. Era un ascensor viejo, con suerte cabían tres personas dentro.  Todavía me acuerdo cada vez que llegaba al edificio. Pasaba el hall de entrada, me ponía en frente del ascensor y apretaba el botón para llamarlo.  Corría sus puertas de hierro, ya despintadas por los años, hacia la derecha. Entraba, volvía a cerrar las puertas y presionaba el botón numero ocho. Instantáneamente comenzaba un viaje de ocho pisos, seguido de movimientos bruscos e incontrolables. Yo era una persona normal. Trabaja desde casa para una empresa de cervezas, en la parte de diseño. Tenía algunos amigos que visitar casualmente. Me gustaba el deporte. Solía utilizar el ...

Fuego líquido.

 En el sector A23 de la fábrica “Hilaturas Carret S.A” se encontraban las conexiones de cables que alimentaban a la exagerada maquinaria de la fábrica de algodón. Allí se encontraba Clement Fablet, un joven de veintiocho años. Lucía una gran melena y se lo solía ver siempre afeitado al ras. Clement ocupaba el cargo de electricista en la fábrica de algodón “Hilaturas Carret S.A”. Había terminado la educación secundaria en el año 2031 y luego obtuvo una pasantía de electricista. A pesar que esto no era su anhelo conservo el trabajo debido a la falta de empleo que existía en la ciudad de Glasgow.  Continuo más de una década con el mismo cargo, pero era 2039 y sería la primera vez que a Clement le aumentaban el sueldo a 25 Ethereums mensuales.  La capacidad adquisitiva de las personas había disminuido desde la llamada “Revolución cryptopica.” En el año 2035, luego de que se unifico el monopolio bancario en toda Euro-Asia se impuso el uso obligatorio de las Cryptomonedas....