Hoy por hoy un tema de actualidad en la Argentina es la postergación de
la final de la copa libertadores que se disputará entre River y Boca. En los
medios de información ya es moneda corriente y existen cientos de
memes al respecto. Fútbol y medios de comunicación es una fusión que
invita a reflexionar sobre masas, la política y la relación entre estas.
<Panem et
circenses.> -Pan y juegos de circo en español- es una frase del poeta
Juvenal, usada para hacer referencia a la costumbre romana, donde el gobierno
brindaba alimento y entretenimiento al pueblo, con el fin de mantener la población
alejada de la política. ¿Existe una semejanza entre la costumbre del gobierno romano y la
actualidad argentina donde el entretenimiento es utilizado para desviar las energías
políticas hacía asuntos de menor importancia?
Desde la infancia formamos constantemente nuestra identidad (en términos psicoanalíticos:
través de identificaciones auto-construimos nuestro yo). Entre muchas de nuestras identificaciones existen algunas cronológicamente
más tempranas: con un club de fútbol y a su vez (si bien no considero totalmente licita la comparación, aun así la considero practica) la identificación temprana a una religión.
Donde ambas identificaciones presentan una semejanza: son de carácter pasional, impulsadas por creencias en lugar de razones; y conllevan consigo una identificación colectiva
dentro de un grupo, el cual ofrece a sus integrantes un sentimiento de orgullo
y de pertenencia. Es importante preguntarse: ¿Qué valores implica el
sentimiento de identificación masivo con el fútbol?
Si hablamos de fútbol
y medios de comunicación, es evidentemente la apropiación del fútbol por
parte de las clases dominantes. Es incuestionable una hegemonía donde, la apropiación del fútbol
por clases dominantes subordina los intereses de la clase dominada convirtiendo los ideales dominantes en sentido común. Existe una reproducción de los valores
capitalistas en la organización social, donde la competitividad, la clasificación
en función del resultado, el machismo, las jerarquías y la mercancía reinan
tanto en el fútbol como en la sociedad. Al mismo tiempo el fútbol brinda también una armonía entre
la desigualdad y otras tensiones sociales. ¿Es correcto entonces considerar un
consenso entre quienes se identifican con el fútbol y los valores impuestos por
el líder de esta masa? Dos historias de condición opuesta nos permiten desarrollar
la pregunta:
Un claro ejemplo donde
el fútbol sirvió como herramienta de dominación masiva fue en el mundial de
1978. Donde la dictadura se aprovechó de la pasión argentina por el fútbol para
ocultar las maniobras de políticas ilegales. El 25 de Junio de 1978 Argentina
jugaba la Final contra Holanda en el estadio monumental, donde a pocos metros
funcionaba la ESMA como centro clandestino de detención. El resultado del
partido fue Argentina 3 – Holanda 1 y el mismo Videla hizo entrega de la copa a Passarella, asociando
así su imagen con el fútbol, la alegría y la pasión.
Videla utilizó la alegría que
sobresalía en Argentina para montar una campaña de derechos
humanos (la cual tuvo un intento de boicot por parte de Francia). Así con una inversión
multimillonaria, la dictadura logro ocultar muertes, corrupción y políticas oscuras.
Futbol y apartheid.
El termino <Apartheid>
significa separación. Apartheid fue un sistema de segregación racial en Sudáfrica en el Siglo XX y su objetivo (a grandes rasgos) era aislar las etnias negras de las blancas.
Sudáfrica sufrió la segregación en su primer intento
de ingresar a la FIFA. En 1991 se creó la South African Football
Association (SAFA) sin discriminación racial, y al año siguiente se dio la re-admisión
de la SAFA en la FIFA, lo que termino siendo el final de un "fútbol blanco",
segregador y racista. Contribuyendo así a reivindicar los ideales
anti-apartheid.
Ambas historias demuestran el vigor con que el fútbol influye en y a las masas. A su vez, las historias, dejan en
claro que el fútbol es solo un deporte en si mismo. El cual por un lado puede ser un elemento de manipulación, y por el otro una
herramienta de contra-poder puesta al servicio de las clases dominadas. Por eso mismo es que no se debe encasillar a una distracción
o un entretenimiento como una condición suficiente para la falta de conciencia y crítica social y practica.
Lo sustancial será entonces ser examinador de los valores que reproducimos como
sociedad a través de los ideales que transformamos en sentido común, tanto en un deporte como en todos los aspectos de nuestra vida.
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